Horizonte Blanco
Expediciones a los Hielos Continentales, y a los glaciares y ríos patagónicos
martes, 10 de diciembre de 2024
Relato de viaje, TdFNov 2024 (temporada 18 episodio 3)
sábado, 24 de diciembre de 2022
Temporada 16 Episodio 3 “Humildad”
Ya van tres días que practico yoga, con vista al glaciar.
Ya son seis meses que vengo soñando con el Vinciguerra.
Tierra del Fuego atrapa.
Invita, seduce, una y otra vez.
Y al igual que su clima cambiante, con lloviznas, sol, días azules, tormentas de nieve y mucho viento, nos ofrece opciones para conocerla de a poquito, de a ratos, con una naturaleza brutal, que eriza la piel.
En la computadora el glaciar ofrece varias rutas de ascenso. Desde varios ángulos las estudio, trato de memorizarlas. Al final, los pingos se ven en la cancha. Hay que ir, y decidir allí mismo.
Hace dos días veníamos subiendo pesados, con comida para varios días, carpas de expedición, equipo de escalada en hielo, con el cansancio del año a cuestas, con las mochilas cargadas de sentimientos.
Ya cansados, sobre el final de la subida, buscábamos un lugar para nuestro campamento base. Hace meses que tengo registrado un lugar plano, con agua y protección del viento. Está cerca, no lo vemos, nos dijeron que no existe, que no se puede. Todo un incentivo para encontrarlo.
Lo encontramos, nos reímos, es un paraíso este lugar. En minutos las dos carpas están armadas, los paneles solares recargando baterías. Nosotros, también.
Planificamos el día siguiente, una caminata corta a una laguna cercana, para ver cómo sube Marcelo. Los médicos no le dijeron que tenía que operarse la cadera, sino las dos. Y con fuerza de voluntad, y sandwichitos de pastillas, sigue adelante. No se la pierde.
Y acá estamos, tercer día de la salida, rodeando la laguna con hielo en los bordes, poniéndonos los grampones, dejando las mochilas y cargando solamente lo indispensable para trepar el hielo.
Qué divertido es evaluar las rutas, elegir teniendo en cuenta dónde hay menos probabilidad de avalanchas nieve o caídas de piedra! La iluminación cambia con cada nube, los colores del hielo mutan de grises a azules, las grietas se amplían con las sombras. Jugamos con la imaginación. Pero allá vamos, es lo que nos mueve, siento que nos tiran de una cuerda imaginaria atada a nuestros arneses reales.
El gigantesco tobogán helado es lo que más me llama la atención. Le tengo ganas. Desde hace meses. Se lo confieso a mi amigos, mis compañeros, al grupete.
“Ya lo sabemos, Mike”, me dicen con una sonrisa.
“Pero no se puede. Punto”, aclaran.
Corta discusión. Creo que fue la segunda en más de una década.
Lo de las caídas de piedras y toneladas hielo de las avalanchas me parecen un débil argumento.
Es la paz interior de Georgie y Pablo la que me terminan de convencer. No trataban de discutir, tan sólo de reconocer que no vale la pena el riesgo. Es la sabiduría que traen las canas? Quizás.
Me acerco al pie del tobogán, alzo mis brazos piqueta en mano, intercambiando ideas con la montaña. Lo que hablamos es un secreto. Cada uno le pone letra a la canción. Cada uno sabe qué decir, y cuál es la respuesta.
En mi alma, trato de incorporar la humildad que el momento amerita.
Nos agrupamos, seguimos subiendo. Destrepamos una suave rimalla con evidencia de una grieta al pie, y seguimos subiendo.
Al llegar a la Falsa Cumbre, encontramos una estación meteorológica.
Disfrutamos un rato allí de un paisaje que nos envuelve. Somos parte del glaciar. Somos Horizonte Blanco, el nombre del grupo de montaña que desde hace más de una década recorremos glaciares de la Patagonia, mientras todavía se puede.
El descenso rebalsa en alegría. Raúl propone la idea de ir a “nuestra cabaña” a escuchar pasar el viento, a ver correr el río. Es un refugio rústico que encontramos en el bosque hace más de un lustro. Y que venimos usufructuando a modo de reparador descanso en cada salida.
El piso de tierra y piedritas de la cabaña se nos hace acogedor. Las rendijas por las que se cuela el viento aliviana el humo que a veces se acumula porque la salamandra no es más que un tambor de 200 litros con pretensiones de más.
Esta temporada la cabaña, en medio del bosque, está rodeada de flores amarillas (diente de león), sobre las cuales plantamos las carpas. Las mismas plantas que usamos para preparar la ensalada que acompañó la cena.
Estamos contentos, estamos cómodos, acompañados aún en la soledad.
Estamos en casa.
domingo, 17 de diciembre de 2017
Ojo de Albino, y cabaña en el bosque fueguino
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A pesar de que faltaban unos pocos días para el solsticio de verano, nos nevó casi todos los días. A veces con viento, otras con sol. Siempre fresco. Nos íbamos a dormir con el termómetro marcando 1 grado. Y después bajaba.
sábado, 12 de diciembre de 2015
Fuera del mapa
Caminamos un día desde Ushuaia por la costa del Beagle, pasando Estancia Túnel hasta Río Encajonado donde había abundante agua dulce, y un lugar protegido del viento oeste.
La tarde lluviosa era fría, pero finalmente mejoró, permitiendo encender un fuego para la lentejas con chorizo colorado que cenamos con placer. Pocas veces podemos disfrutar de un fuego en esta seguidilla de travesías por los glaciares y hielos patagónicos.
A la mañana siguiente cortamos camino campo a través (una constante en esta travesía) para ahorrarnos volver un par de km, y así enganchar el track del GPS que habíamos conseguido algún tiempo atrás.
Fue un día duro remontando un par de ríos, mucho bosque, vegetación cerrada. Nunca vimos marcas ni senda. Será porque no existe...
Sobre el final de ese segundo día, buscamos un lugar plano para poner las carpas, y preparar unos tallarines. Había mucho cansancio, y algo de frustración por lo lento del avance.
El tercer día nos encontró de buen ánimo, seguramente porque pudimos subirnos al turbal, identificar el valle correcto para caminar, y avanzar rápidamente sorteando los diques de castores.
Hasta que comenzó a nevar.
Pero veíamos, o intuíamos, el objetivo, y eso nos daba ánimos.
No sabíamos que había tres horizontes, y que cada vez que llegábamos a uno, seguía otro.
A media tarde llegamos al verdadero paso, rodeado de un circo, coronados por las cercanas cumbres del Cinco Hermanos y recorrido por un arroyo.
La superficie helada y nevada enmarcaba ese pequeño río, con sonidos de xilofón de cristal.
Me senté, al borde del arroyo para ver pasar el agua, un privilegio que pocos tenemos.
Raúl se sentó al lado mío, a compartir la vivencia. De a poco, Georgie, y Pablo se sumaron, y Marcelo los acompañó.
Nos quedamos en silencio, compartiendo un lenguaje común, sin palabras, por un buen rato.
Dos dimensiones son las que nos preocupan en estos momentos: el entorno inmediato con las montañas, el clima, el hielo, el fuego, y la otra dimensión que son nuestros afectos. Todo se concentra, y se potencia.
Una sopa caliente preparada dentro de una carpa ayudó a engañar el estómago. Demasiado cansancio para otra cosa. A la bolsa, y a dormir, con una sonrisa cómplice.
Fue una noche helada en la carpa, con sensación técnica de menos 20 grados afuera. Encerrado en su bolsa de duvet, cada uno esperó al amanecer para reconocerlo. Pero el equipo estaba preparado para eso, en todo sentido.
Desayuno caliente, desarme y a caminar.
Y caminamos horas por el bosque, sorteando centenares de árboles caídos, castoreras, y cruces de arroyos.
El descenso por una garganta helada, rodeada de piedra vertical negra contrastaba con la abundante nieve recién caída durante la noche.
Llegamos a una cascada, con estalactitas de hielo. Un paisaje único.
Sobre el final del día caímos a un camino embarrado que, como era de suponer, no figura en los mapas. Casi un par de horas más tarde, llegamos a la ruta 3, cerca del Cerro Castor.
Era regresar al mapa, volviendo del borde del mundo, ese lugar donde se ven las cabezas de las tortugas, que todos sabemos, sostienen la Tierra.
Mike, mobile.
miércoles, 9 de diciembre de 2015
Verano en Tierra del Fuego
Anoche, cerca de la cumbre del Cinco Hermanos, nos quedamos a disfrutar del paisaje.
La calidez del grupo compensó los 12C bajo cero.
Además, sopló mucho.
Estuvo bárbaro!
Mike, mobile.
jueves, 17 de septiembre de 2015
martes, 2 de diciembre de 2014
100 Km de kayak en Chubut
Me pasé al Kayak single, sabiendo que requiere más esfuerzo que los dobles. Y disfruto como un chico sobre las olas.
Me asaltan los recuerdos de una bajada del Río Limay en kayak doble con mi hermano, y los chicos del Balseiro, hace solamente 30 años. Y las historias de mis abuelos, que se tomaban el tren río arriba, para armar su Klepper ( kayak desarmable de madera y tela ) para bajar el Danubio, recorriendo Austria, Hungría hasta el más allá.
Decidimos hacer un cambio de planes, sugerencia de Carlos, nuestro guía, para remar el brazo del Futalaufquen que lleva al lago Krügger. Pasamos el mítico estrecho de los Monstruos y nos vamos al fondo del lago (no a las profundidades sino la costa lejana, donde nace el río Frey).
Almorzamos en la playa, con siesta obligada para algunos, mientras otros exploran la naciente.
Luego, con ola y viento el contra, nos acercamos al estrecho para remarlo corriente en contra, volviendo al Futalaufquen.
Raúl lleva el single sin problema de ida y vuelta. La verdad, el esfuerzo en dobles es claramente menor.
Pero este último recorrido termina justo antes de la frontera, y antes de que se acabe el mundo, donde los rápidos meten miedo a los más valientes.
Él cena dos gigantescos platos de fideos, y después me pide un poco más de mi porción.
Tenemos suerte, y lo sabemos.
Y por todo eso, damos gracias.
Nos escapamos con Flavio, el hermano de Marcelo que vive en Esquel, para que me muestre '"su" laguna, donde se escapa durante los mediodías para desenchufarse, remando 8 km en un entorno de bosques, montañas y juncos. La laguna La Zeta es un lugar lindísimo, a solo 10 minutos del centro.
Y luego dice, parte pregunta, parte afirmación, "vos sos de acá...."
domingo, 23 de noviembre de 2014
Nos vamos !
Las imágenes que nos motivaron a esta nueva travesía fueron
domingo, 1 de diciembre de 2013
Pico Argentino
los invito a festejar mi cumpleaños (49). el 28 de noviembre próximo.La cita es en la cumbre del Tronador.Después nos vamos al Ref. Viejo, o volvemos al Meiling, dependiendo de cómo esté la nieve.Quién se prende?
sábado, 30 de noviembre de 2013
Más que contentos!
Ya regresamos a Bariloche, muy contentos y entusiasmados.
Iremos preparando las fotos y videos ( algunos sin desperdicio ) para compartirlo con nuestra gente, que nos siguen en este blog.
Nos vemos pronto!
domingo, 16 de diciembre de 2012
Desde Pampa Linda
Me quedé con ganas de más.
Por suerte la nevada llegó después de haber hecho vivac al pie del glaciar Frias, de donde habíamos llegado el día anterior.
Un día el refugio Rocca tendrá la esperada usina hidroeléctrica, y los calefactores serán algo más que piezas de decoración... Y la temperatura será algo más que la de la heladera de mi casa.
Fue la mejor parte de la salida...íbamos conscientemente disfrutando de cada paso, del paisaje que se abría entre las nubes, de prestado, de la única forma que entendemos nuestro paso por la naturaleza.
La cordada avanzó rápidamente, generando destellos de recuerdos de hielos pasados y promesas de nuevas rutas hacia el futuro
Un apretón de manos y un discreto pero sincero "gracias " fue el fin de la travesía, a un centenar de metros del refugio Meiling.
Luego el clima se cerró con mucho viento, frío y nevada.
La travesía al viejo refugio Tronador y el pico Argentino quedarán para la próxima.
domingo, 9 de diciembre de 2012
Fwd: Nos estamos yendooooooo al Trona !
De: "Pablo Seltzer" <pablo.seltzer@****>
Fecha: dic 9, 2012 10:11 AM
Asunto: Nos estamos yendooooooo al Torna!
Para: <****@bkogger.com>
Cc: